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dixe, y el enfermo es robuRo, colorado y de
virtud conflante, hagante dos langrias de los
bracos, y de la vena de todo el cuerpo, Saquẽ
le cada vez quatro oncas de ſangre ó cinco, y
fi mas fangrias conuinieren, hagan las, como
aya virtud en el pulſo. Los medicos que en eſ-
ta enfermedad ( hauiendo las ſeñales dichas;)
no ſangran, no lo acierran. Porque no ay me-
jor temedio, para quitar la cauſa d̃ la enferme
dad, y para diuertir el mucho humor de la ca-
beca. Mas como el medico no oſa, y el enfer-
mo lo fiente medroſo, quando manda hazer
las fangrias, las reuſa de todo punto, y pienſa,
que con ellas ſe ha de morir. Al que ( por mu-
cha flaqueza ó por no le hallar las venas;) no
pueden ſangrar, y tiene neceſsidad, echen le
ventoſas tajadas en las eſpaldas, y con ellas ſe
ſuplen las ſangrias. Reciba cada dia ( fi es me-
neſter) vna melezina, y lleue le rapliega, y tra
y gante las piernas y bracos hazia abaxo. Echõ
le ventoſas ſe cas en las aſentaderas, y en las pa
torrillas, y fi mo Rraré mucha ſangre, ſajé,!!!!!
gunas vezes porq̃eſtos remedios él he, "!"!!"
"! P!!" "! p!". diuietten los humore! ""!!"!" "
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