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Advertencias para los confesores de los naturales (Primera parte)
M. Ocharte, 1600.
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los Confeflores J
satel numero. fin., que le puede paſar con a-
qu lia a otrasidad, pues no ay obligaciõ de
cristrá-r tos sieccados venias, , y ya que en
el número solor, lio, por ser materia scue yvo
luntarla, folamente peccaria venialmente. Y
no ay que reparar en que priguntad s de co-
ſas listristas, dicas, que las tenian por pecca-
do mortal, porque el stando obrão no aduier
ten sino como niños, o ya que aduierten que
es mato, no hazen suyzto de mortal ni vestial,
y aſsi queda en fu naturaleza de vestial, lo que
de fuyo lo es. Y si lo que toca a l numero de Z
las culpas mortales ni el confellos ſe deue af-",
áixir por faber el numero cierto, ni allíixir
al penitente, por que no ſe los dize . Como
dicen Cayera no tiray Pedro de Soto, y llray
Domingo de Soto, Ncuatro y otros muchos.
Principalmente quido propter ruditatem vel
confuetudinen, vix potest potuitens numerare
peccata. vexfe lientico Henti quez to. i. de
Sacrame lib. 7. Et depenit. facto lib. x. cap.
4. 4. c. Balla enterarte del tropo que en ellos
esto so, á vn año o mas, y procure ſe reduz
ga el año atantas vezes pocas o mas o menos
y fi no puede el año, a lo meno, cada mes, o
cada famana, y enterarle muy bien de las in -
B. 4. 1lina